sábado, 27 de diciembre de 2014

jueves, 16 de octubre de 2014

LA PAZ, ENTRE LAS 14 CIUDADES MARAVILLA DEL MUNDO

"Subo a tu casa", "bajo a la tuya". "Subí al centro esta mañana", "bajé de El Alto"... Estas son expresiones que los paceños usamos todos los días y que las creemos muy normales. Sin embargo, a los turistas que vienen, en su mayoría, de lugares bajos y planos, nos encontramos con que les parece extraña la forma en que hablamos. Y bueno, a fuerza de costumbre uno no se da cuenta de cómo la fisiografía de esta ciudad modela la forma de ser de sus habitantes, y eso es algo que la hace única. No por nada La Paz se encuentra compitiendo por ser una de las 7 Ciudades Maravillas del Mundo.

En esta entrada, hablaré de cosas como estas-cotidianas para los paceños- pero que extrañan y maravillan a los visitantes que llegan a La Paz.
  • El chófer maniobra a la derecha, luego hacia la izquierda y el vehículo pasa rosando el retrovisor de un "minibús" que frena en seco para no golpear nuestro coche, todo esto mientras va de subida por la calle Santa Cruz y luego de partir utilizando la maniobra del "puente". Una maniobra que exige un equilibrio perfecto entre el embrague, la caja, el freno y el acelerador, se ejecuta en fracción de segundos. Toda persona que quiera conducir en esta ciudad debe aprender a hacer el "puente", además de tener nervios bien templados y una sana osadía. Observación de los visitantes: "Quien conduce en esta ciudad, debe poder conducir en cualquier parte del mundo sin problemas".
  • Es medio día y el sol desde lo alto lanza sus rayos con inclemencia hacia los transeúntes que transitan por la Av. 16 de Julio (El Prado), los mismos que ataviados con sacos, chamarras o chompas, parecen no sentir el asedio solar. Claro, si eres paceño has desarrollado un termostato interno que te permite llevar ropa encima a pesar del sol. Y esto, ¿por qué? Es que treinta minutos después, sin saber cómo ni de donde, una oscura nube se ha apoderado del cielo paceño y descarga una fría lluvia sobre la ciudad, sobre el mismo pavimente que hace rato se calentaba al sol, al punto que las primeras gotas de lluvia se vaporizan al contacto con la calzada. Ojo, que el sol no se ha resignado, sigue iluminando desde algún lugar del cielo, conformando un espectáculo bastante común en La Paz. Seguro que ya varios repitieron en voz alta "Sol y lluvia... matrimonio de una viuda". Pregunta de los visitantes ¿Cómo debe uno vestirse en La Paz? Respuesta:  Como el matador... ¡dispuesto a todo!
Bueno, para no cansarlos, en las próximas entradas estaremos publicando más de las características de esta increíble ciudad y algunas anécdotas de sus habitantes. 

Por último les pido que voten por La Paz, en el siguiente link:  http://www.votaporlapaz.com/